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13.11.10

64 Adivina adivinanza: adictos al chocolate

¿Cuál de ellos pesa más?




La comida rápida descontrola el apetito y fuerza a comer más













  • La ingesta rápida de comida hace que el propio organismo no tenga tiempo a poner en marcha sus mecanismos de saciedad, por lo que se acaba comiendo "mucho más de lo que en otras circunstancias se habría hecho".







  • Las grasas son menos saciantes que las proteínas, por lo que para sentir la sensación de saciedad es necesaria una mayor ingesta.







  • Además de ingerir las comidas de forma pausada, otros consejos para regular el apetito se refieren a no comer entre horas y no ir a hacer la compra con el estómago vacío.







  • Los últimos estudios han demostrado que existen personas con una base genética que les predispone a desarrollar adicción al chocolate.





Los inconvenientes de la comida rápida no se reducen únicamente al mero balance nutricional de los ingredientes que llevan, sino que alcanzan a la propia costumbre de comer en poco tiempo. Se ha constatado que en aquellas ocasiones en las que una persona come de manera rápida o apresurada, los mecanismos biológicos que indican al cerebro la sensación de saciedad no se activan a tiempo, lo que se traduce en que la persona acaba ingiriendo mucha más cantidad de alimento y, consecuentemente, de calorías, por lo que si se practica de forma más o menos habitual puede tener unas consecuencias directas en un mayor sobrepeso o, la obesidad.





A medida que el estómago y el tracto intestinal reciben el alimento, experimentan cambios hormonales. Estas variaciones se transmiten a través del sistema nervioso central al hipotálamo, activando de esta manera la sensación de saciedad de la persona.





Durante una comida rápida una persona normalmente va a comer más de lo que lo haría en unas condiciones más relajadas. Así, las costumbres de muchas personas que en la actualidad comen de manera apresurada, influyen de manera directa en su sobrepeso u obesidad.





Por ello, se aboga por una vuelta a una comida en familia, reposada y tranquila, en la que los mecanismos de saciedad se activen de forma natural y se eviten así atracones e ingestas excesivas de alimento de forma habitual.













Adictos al chocolate



Existen personas con una adicción real al chocolate. Dicha sentencia se sustenta en una base científica. Los últimos estudios apuntan a que existe un determinado condicionante genético que hace que algunas personas sean adictas al chocolate mientras que a otras les provoca que no tengan apetencia por este alimento.






Más allá del componente hedonista derivado del placer que provoca para muchos el comer chocolate, esta predisposición genética puede tener al menos dos consecuencias.







  1. Las personas adictas al chocolate acaban ingiriendo una cantidad mayor de calorías que las necesarias por desgaste diario, favoreciendo así la aparición del sobrepeso.



  2. Existe el riesgo de que estas personas dejen de lado diversos tipos de alimentos que son esenciales para el organismo porque simplemente el chocolate les gusta más.


Además del chocolate, algunas personas muestran debilidad por la ingesta de comidas ricas en hidratos de carbono o en grasas. En este sentido, abunda en el hecho de que el efecto saciante de las grasas es menor que el de las proteínas, por lo que para sentirse saciado en una comida rica en azúcar, una persona habrá de ingerir una mayor cantidad de grasas que si la equilibrase con proteínas.





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El doctor Julio González, coordinador del grupo de obesidad y nutrición de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar (CAMFIC), alertó sobre la proliferación de las 'dietas milagro' tras los excesos de las fiestas navideñas, y recordó que para perder peso, lo indicado es "consultar con un especialista", en lugar de seguir unas pautas que "no funcionan" para lograr ese objetivo.














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