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14.2.11

65 Consejos para ayudar a que nuestros hijos desarrollen hábitos saludables

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Ser padre es una aventura maravillosa, no exenta de miedos.


Todos tenemos problemas para dedicarles todo el tiempo que se merecen.
(Si lo analizamos, seguro que nos vamos a dar cuenta que disponemos de más tiempo del que les dedicamos).


Los miedos al peligro exterior (la alarma social, o incluso la experiencia personal, de escenas de delincuencia callejera, robos, drogas...), hacen que los niños de hoy pasen mucho más tiempo en casa que lo que hicimos nosotros.

Por desgracia, esto provoca que nuestros hijos queden demasiado tiempo a merced de la televisión, de las consolas y de las redes sociales internáuticas, sacrificando las horas de deporte, o como mínimo de movimiento activo.

Además, está el problema de los malos hábitos alimenticios,

La amenaza de la obesidad se cierne sobre los pequeños ¿Pero… cómo evitarlo?

10 Consejos para ayudar a que nuestros hijos desarrollen hábitos saludables






1)


Se un modelo positivo. Si practicas hábitos saludables es mucho más fácil convencer a tus hijos de que hagan lo mismo.







2)


Mantén activa a toda la familia. Planifica los horarios para que todo el mundo se mueva a la vez. Salid a pasear, montad en bici, id a nadar, al parque o simplemente id al exterior a jugar al escondite. Todo el mundo se beneficiará del ejercicio y del rato que paséis juntos.



3)


Limita el tiempo de Televisión, vídeo juegos y ordenador. Estos hábitos conducen a un estilo de vida sedentario y a un “picoteo” de aperitivos de comida embolsada excesiva, lo cual incrementa los riesgos de obesidad y enfermedades cardiovasculares.



4)


Propón actividades físicas con las que tus hijos disfruten de verdad. Cada niño es único. Deja que los niños experimenten con actividades diferentes hasta que cada uno encuentre algo que realmente ame. Practicarán durante más tiempo algo que les gusta.






5)


Dales tu apoyo. Céntrate en lo positivo en lugar de en lo negativo. A todo el mundo le gusta que le alaben por un trabajo bien hecho. Celebra los éxitos y ayuda a que los niños y los adolescentes desarrollen una buena imagen de si mismos.



6)


Establece objetivos y límites específicos, tales como una hora de actividad física al día, postres variados, etc. Cuando los objetivos son demasiado abstractos o los límites demasiado restrictivos, las oportunidades de éxito disminuyen.



7)


No uses la comida como recompensa con los niños. Emplear caramelos y snacks como premio impulsa los malos hábitos. Encuentra otras formas de celebrar el buen comportamiento.







8)


Haz de la cena un momento familiar. Cuando todos se sientan juntos a comer, existen menos posibilidades de que los niños ingieran la comida equivocada o de que abusen de los snacks. Procura que los niños se involucren en las tareas de la cocina y en la planificación de los menús. Todo el mundo desarrollará buenos hábitos alimenticios conjuntamente y la calidad de la convivencia en familia se verá reforzada.



9)


Promueve y razona con ellos la lectura de las etiquetas de los productos alimenticios. Toda la familia aprenderá cuál es la comida más saludable y serán más conscientes de lo que comen. Este es un hábito que provocará un cambio en su comportamiento de por vida.



10)


Sigue involucrándote. Haz que tu voz sea escuchada. Aboga por la salud de tus hijos. Si comen en el colegio insiste en que elijan los alimentos correctos. Asegúrate de que las personas que realicen su seguimiento sanitario comprueben indicadores cardiovasculares como el índice de masa corporal, la presión arterial y el colesterol.



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