Páginas

3.3.11

73 Los atracones perjudican más de lo que se creía



Los atracones perjudican más de lo que se creía




El daño ocasionado por los atracones esporádicos rebasa el incremento de peso que producen.
Aunque se recupere el peso anterior, la grasa acumulada perdura, al menos, dos años y medio. Es un motivo más para evitarlos.
Los atracones son una de las costumbres más perjudiciales a la hora de controlar el peso.

Supongamos que una persona obtiene su equilibrio energético con 2.000 calorías diarias, por ejemplo, y con ellas ni engorda ni adelgaza.

La ingesta durante un atracón de 2.500, 3.000 calorías en una sola comida. Para eliminarlo, debería ingerir 200 calorías diarias menos durante una semana.

El problema reside en que excederse en 1.500 calorías durante un momento de debilidad es más fácil de lo que parece. Sin embargo, restringir 200 calorías diarias durante una semana, cuando la dieta es ya de por sí escasa (al menos, para la persona que tiene tendencia a comer de más), es muy difícil.

En el ejemplo, supondría comer un diez por ciento menos en todas las comidas que se hagan durante los siete días siguientes. La situación podría resumirse diciendo que más le valdría no haberse excedido durante aquella comida, pues
Comer de más es fácil, pero de menos, muy difícil.

El problema el problema real de los atracones por desgracia, es bastante peor.

Los efectos negativos de los atracones perduran al menos durante dos años y medio después de caer en ellos, en forma de grasa corporal extra.

Los investigadores dividieron a 18 personas en dos grupos, a los que sometieron a pautas alimenticias diferentes durante un corto período de tiempo. El primer grupo redujo su actividad física y se sobrealimentó hasta en un 70% en determinados momentos; el segundo siguió sus costumbres habituales en cuanto a actividad física y alimentación. Transcurrido ese breve lapso, se comprobó que el grupo de los atracones había engordado, de media, 6,4 kilos. Sin embargo, la mayoría de ellos perdió ese exceso durante los 6 meses siguientes.

Pero, tras un año, se midió la grasa corporal a los miembros de ambos grupos. Pudo comprobarse entonces que los integrantes del grupo de los atracones tenían una cantidad de grasa corporal significativamente mayor, incluso aquellos que habían recuperado su peso habitual. Dos años y medio después, la diferencia entre ambos no sólo persistía, sino que había aumentado, según la responsable del estudio, Asa Ernersson, quien afirma que

"un corto periodo de excesos con la comida y falta de ejercicio pasa factura a largo plazo, aunque se pierda el peso ganado inicialmente".





Investigación realizada en la Universidad de Linköping (Suecia).
Publicada en Nutrition and Metabolism.


(www.adelgazar.net)

No hay comentarios: