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20.10.09

La comida puede llegar a matar, tanto como el tabaco o el alcohol

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Entrevista a Jordi Carballido
MANRESA / Oriol Lujan
Regio7 21 / 10 /2009

´La comida puede llegar a matar, tanto como el tabaco o el alcohol´
Acaba de publicar Historias de mucho peso , un libro
en el cual aborda el problema de la obesidad







Psicólogo especializado en el tratamiento de la obesidad. Acaba de publicar Historias de mucho peso, un libro en el cual aborda el problema de la obesidad sin prejuicios ni pelos en la lengua. Carballido da las claves para entender “la industrialización de la alimentación” en una sociedad “compulsiva”.


Con la fuerza que da la experiencia de haber trabajado a lo largo de los últimos veinte años como psicólogo especializado en el tratamiento de la obesidad, Jordi Carballido no se corta en explicar historias duras, crueles y escalofriantes de enfermos afectados por la bulimia, anorexia y obesidad extremas. Los más morbosos, pero también para los que quieren conocer más o los que quieren buscar una solución a su problema, pueden encontrar más detalles en el libro Historias de mucho peso (Editorial Amat), que se presentará este miércoles a las 8 de la tarde, a la Petit Parcir de Manresa.



Historias de mucho peso. ¿Es un libro dirigido únicamente a las personas obesas?

Por el subtítulo, Mejorar conductas y hábitos para ganar la batalla de los kilos, lo podría parecer, pero la obra también subraya que determinadas conductas pueden conducir hacia un trastorno, un aviso que sirve para todo el mundo. Comer es alimentación y placer, y este placer puede ser una gratificación que puede generar una necesidad. Entonces, si esta necesidad llega a desplazar la comida entendida como alimentación, puede ocurrir una canalización para llenar vacíos y conducir a un trastorno. Estas personas que abusan de la comida, como lo pueden hacer otros con el beber, tienen un trastorno

De hecho, en la obra compara los trastornos de la alimentación y las drogas, tanto en la detección como en el tratamiento y prevención.

Las campañas contra el alcoholismo y el tabaco son efectivas porque son contundentes. Dicen que el tabaco y el alcohol matan, y realmente la comida puede matar tanto como el tabaco y el alcohol. La obesidad reduce por término medio unos veinte años de vida de la persona, igual que lo puede hacer el tabaco o el alcohol. Es importante que una adicción sea tratada como tal. De hecho, si se cree que el 5% de niños serán adictos en el cannabis cuando sean mayores, al contrario, el 53% será adicto en la comida, y eso es consecuencia del tratamiento social. Aquí, en los países industrializados, hay dos hechos básicos. Por una parte, son los países que tienen el índice más alto en obesidad, el 95% de los casos de los cuales se explican por malos hábitos alimenticios, mientras que los factores genéticos son minoritarios. Por otra parte, eso ha interseccionado con la imagen corporal.


¿Y aquí, en casa, cuál es la situación?

El 70% de la población dice que ha hecho una dieta al menos una vez a la vida, y el 22% de los niños tienen obesidad, el índice más alto de Europa con respecto a obesidad infantil. Por otra parte, el 11% de los adolescentes reconoce haber hecho uso de sistemas como el vómito provocado para perder peso. Son datos escalofriantes, y si tenemos más en cuenta que, de este 22%, la mitad serán personas obesas cuando sean adultos. De hecho, se cree que, siguiendo la lógica de estos datos, los hijos vivirán menos que los padres. De hecho, ya se encuentran por primera vez niños con colesterol, diabetes ...

¿Cómo se explica todo?

Por la industrialización de la alimentación. Además, desaparece la mujer de casa, que cuida y alimenta a los niños. Ahora son las abuelas quien se ocupan, y con una mentalidad de posguerra que fomenta la alimentación excesiva de los niños. Además, las madres y padres recompensan a los niños con comida para demostrarles que los aman. Ancestralmente, hacemos de la comida un ritual y lo convertimos en un acto de seducción. Por eso, cuando queremos ligar, invitamos al otro a cenar. Por otra parte, las grasas son baratas. Por un euro, es fácil conseguir un kilo de galletas, llenas de grasas. Todo eso configura un eje, con una sociedad compulsiva hacia la comida. En el otro lado del eje hay una sociedad que rinde culto a las tallas mínimas y a la gente que adelgaza. La consecuencia de todo es el trastorno alimenticio, ya sea por bulimia, anorexia o la comida hasta reventar.

En el libro da más protagonismo a este último trastorno.

Sí, pero también aparece el resto. La bulimia aparece cuando la persona pierde los papeles y lo quiere compensar con laxantes, vómitos autoinducidos y/o exceso de deporte. Actualmente, ya no está bien visto el abuso de laxantes porque estropea la flora intestinal. Por otra parte, los enfermos son más cultos que antes y, a pesar de provocarse el vómito, perfeccionan técnicas para no hacerse daños el cuello. Por ejemplo, con un cepillo. Incluso, son capaces de comer un bol de espinacas y una croqueta y sólo vomitar ésta última. Eso es un caso real. 

Pero hay solución para todo eso. Usted ha conseguido que muchos pacientes adelgacen.

Sí, pero hace falta un tratamiento multidisciplinar. Hace falta una intervención médica con médicos endocrinos especializados en alimentación; un equipo de nutricionistas dirigidos por un médico y psicólogos especializados en alimentación. Si no hay todo eso, no hay cura, porque la obesidad es una enfermedad crónica que necesita un tratamiento adecuado. De la misma manera que hay personas diabéticas que hacen una vida normal, también lo puede hacer el obeso. Sólo hace falta que coma un poco de todo y no demasiado de nada y haga un ejercicio moderado. Éste es su medicamento real, la mejor pastilla.


¿Qué podrá escucharla gente que acuda a su presentación?

Hablaré de por qué somos el país con más obesidad infantil, presentaré el libro y regalaré un cuaderno para que todo el mundo que venga pueda saber si tiene un trastorno alimenticio. Además, si compran el libro, colaborarán en el proyecto de la ONG Avismón.




Psicòleg especialitzat en el tractament de l'obesitat. Acaba de publicar Historias de mucho peso , un llibre en el qual aborda el problema de l'obesitat sense prejudicis ni pèls a la llengua. Carballido dóna les claus per entendre "la industrialització de l'alimentació" en una societat "compulsiva".

Amb la força que dóna l'experiència d'haver treballat al llarg dels últims vint anys com a psicòleg especialitzat en el tractament de l'obesitat, Jordi Carballido no s'esborrona en explicar històries dures, crues i esgarrifoses de malalts afectats per bulímia, anorèxia o obesitat extremes. Els més morbosos, però també els que en volen conèixer més detalls o els que volen buscar una solució al seu problema, en poden trobar més detalls al llibre Historias de mucho peso (Editorial Amat), que es presentarà dimecres a les 8 del vespre a la Petit Parcir de Manresa.

Historias de mucho peso. És un llibre dirigit únicament a les persones obeses?

Pel subtítol, Mejorar conductas y hábitos para ganar la batalla de los kilos, ho podria semblar, però l'obra també subratlla que determinades conductes poden conduir cap a un trastorn, un avís que serveix per a tothom. Menjar és alimentació i plaer, i aquest plaer pot ser una gratificació que pot generar una necessitat. Llavors, si aquesta necessitat arriba a desplaçar el menjar entès com a alimentació, pot esdevenir una canalització per omplir buits i conduir a un trastorn. Aquestes persones que abusen del menjar, com ho poden fer altres amb el beure, tenen un trastorn.

De fet, a l'obra compara els trastorns de l'alimentació i les drogues, tant en la detecció com en el tractament i prevenció.

Les campanyes contra l'alcoholisme i el tabac són efectives perquè són contundents. Diuen que el tabac i l'alcohol maten, i realment el menjar pot matar tant com el tabac i l'alcohol. L'obesitat redueix de mitjana uns vint anys de vida de la persona, igual que ho pot fer el tabac o l'alcohol. És important que una addicció sigui tractada com a tal. De fet, si es creu que només el 5% d'infants seran addictes al cànnabis de grans, al contrari, el 53% serà addicte al menjar, i això és conseqüència del tractament social. Aquí, als països industrialitzats, hi ha dos fets bàsics. Per una banda, són els països que tenen l'índex més alt en obesitat, el 95% dels casos dels quals s'expliquen per mals hàbits alimentaris, mentre que els factors genètics són minoritaris. Per altra banda, això ha interseccionat amb la imatge corporal.

I a casa nostra, quina és la situació?

El 70% de la població diu que ha fet una dieta almenys una vegada a la vida, i el 22% dels nens tenen obesitat, l'índex més alt d'Europa pel que fa a obesitat infantil. Per altra banda, l'11% dels adolescents reconeix haver fet ús de sistemes com el vòmit provocat per perdre pes. Són dades esgarrifoses, i més si tenim en compte que, d'aquest 22%, la meitat seran persones obeses quan siguin adultes. De fet, es creu que, seguint la lògica d'aquestes dades, els fills viuran menys que els pares. De fet, ja es troben per primer cop nens amb colesterol, diabetis...

Com s'explica tot plegat?

Per la industrialització de l'alimentació. A més, desapareix la dona de casa, que cuida i alimenta els nens. Ara són les àvies qui se n'ocupen, i amb una mentalitat de postguerra que fomenta l'alimentació excessiva dels infants. A més, les mares i pares premien els nens amb menjar per demostrar-los que els estimen. Ancestralment, ritualitzem el menjar i el convertim en un acte de seducció. Per això, quan volem lligar, convidem l'altre a sopar. Per altra banda, els greixos són barats. Per un euro, és fàcil aconseguir un quilo de galetes, plenes de greixos. Tot això configura un eix, amb una societat compulsiva vers el menjar. A l'altre cantó de l'eix hi ha una societat que ret culte a les talles mínimes i a la gent que s'aprima. La conseqüència de tot plegat és el trastorn alimentari, ja sigui per la bulímia, l'anorèxia o el menjar fins a rebentar.

Al llibre dóna més protagonisme a aquest últim trastorn.

Sí, però també apareix la resta. Per exemple, la bulímia apareix quan la persona perd els papers i ho vol compensar amb laxants, vòmits autoinduïts i excés d'esport. Actualment, ja no està ben vist l'abús de laxants perquè fa malbé la flora intestinal. Per altra banda, els malalts són més cultes que abans i, tot i provocar-se el vòmit, perfeccionen tècniques per no fer-se malbé el coll. Per exemple, amb un raspall. Fins i tot, són capaços de menjar un bol d'espinacs i una croqueta i només vomitar aquesta darrera. Això és un cas real.

Però hi ha solució per a tot això. Vostè ha aconseguit que molts pacients s'aprimin.

Sí, però cal un tractament multidisciplinari. Cal una intervenció mèdica amb metges endocrins especialitzats en alimentació; un equip de nutricionistes dirigits per un metge i psicòlegs especialitzats en alimentació. Si no hi ha tot això, no hi ha cura, perquè l'obesitat és una malaltia crònica que necessita un tractament adequat. De la mateixa manera que hi ha persones diabètiques que fan una vida normal, també ho pot fer l'obès. Només cal que mengi una mica de tot i no massa de res i faci un exercici moderat. Aquest és el seu medicament real, la millor pastilla.

Què podrà escoltar la gent que acudeixi a la seva presentació?

Parlaré de per què som el país amb més obesitat infantil, presentaré el llibre i regalaré un quadern perquè tothom que vingui pugui saber si té un trastorn alimentari. A més, si compren el llibre, col·laboraran en el projecte de l'ONG Avismón.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy Raquel, ayer estaba presente en su charla en Manresa, compré su libro y he podido llegar a este blog, nos habló tan claramente que es de lo pocos profesionales que he podido ver que habla con sentimiento de esta enfermedad. gracias y felicidades por su libro.

Anónimo dijo...

Yo también fui a ver la presentación del libro y realmente es impresionante como habla el autor, se nota su gran experiencia, no me importaria ser su paciente.
saludos .
María