Cada día nos bombardean sobre dietas y sobre consejos para perder peso. Nos aconsejan continuamente.
Cada año una nueva dieta que se pone de moda y que se desvanece rápidamente para que aparezca otra.
Estamos en el año de las dietas proteinadas. Pasará, como todas la dietas pasarán para dejar paso a otras y después de unos años volverán las mismas pero con otro nombre.
La realidad es que:
- El 75% de la población confiesa que ha hecho una dieta alguna vez en su vida.
- El 95% de las personas que pierden peso mediante una dieta, lo recuperan al cabo 1 año.
- El 30% de las personas que van a perder peso, en realidad esconden un trastorno de la alimentación, que debe tratarse antes de iniciar la dieta.
Todos sabemos lo que engorda y lo que no engorda, qué alimentos son los más sanos y cuáles son los que están cargados de calorías innecesarias, sin embargo, perder peso es un auténtica pesadilla y una batalla perdida tras otra.
Cada año millones de personas intentamos perder peso y fracasamos
Muchas personas piensan que para perder peso han de saltarse comidas, o han de comer muy poco. No es cierto, y se han hecho una serie de experimentos que demuestran que saltarse comidas, o hacer dietas muy bajas en calorías siempre fracasan. De hecho eso ya lo sabemos cuándo queremos comer menos, al final comemos más.
El efecto del bebe con el sueño cambiado
En la mayoría de las obesidades está este efecto, que hace que de día seamos anoréxicos y de noche bulímicos. Que de día no se coma, o se coma muy poco y que a partir de la tarde empiecen los primeros picoteos que acaban en descontrol.
No es un problema de fuerza de voluntad, el cerebro hace todo lo que puede para compensar su pérdida de energía.
Cuando tenemos el estómago vacío muchas horas se activa una hormona llamada grelina, que nos fuerza a comer por encima de nuestra voluntad.
El primer consejo para perder peso en no saltarse comidas, para que el cerebro no responda de una manera primaria ante la falta de alimentos.
Concepto 2: Comer en platos pequeños
Es muy sencillo, pero sorprendentemente efectivo. Si reducimos el tamaño de los platos, por ejemplo de un plato de 30 cm a 25 cm, comeremos un 20% menos.
Experimento. En un cine se repartieron palomitas para todo los espectadores, los dos recipientes eran grandes, pero unos eran muy grandes y otros enormes. Esto se hizo para que no se pudieran acabar todas las palomitas. El resultado fue que los que tenían el recipiente enorme comieron más palomitas que los que tenían el recipiente grande. Exactamente un 40% más.
Si conseguimos acostumbrarnos a comer menos cantidad, entonces tendremos que acostumbrarnos también a elegir entre los alimentos, los menos calóricos.
Concepto 3: No hay metabolismos lentos
Pero… qué pasa con la gente que dice y asegura que come correctamente, que come mucha verdura, muchas ensaladas y poca comida cocinada con grasas.
¿Es posible que haya personas con un metabolismo lento?
¿Es posible que haya personas que comen poco y engordan?
¿Es posible que haya personas no consiguen perder peso, ni con dietas ni con ejercicio?
Se ha demostrado que el metabolismo es igual para todo el mundo, que no hay personas con el denominado “metabolismo lento”.
Si el metabolismo es igual para todo el mundo, ¿Cómo es que no nos adelgazamos comiendo sano?
En el experimento de una persona obesa, que manifiesta comer sano, se le pide que durante 5 días grabe en vídeo todo lo que come, y en otros 5 días que escriba en una agenda todo lo que come, inmediatamente después de comerlo.
Se trata de saber si realmente esta persona estaba comiendo unas 2000 calorías que es la dieta normal.
El resultado es que según lo que había anotado en la libreta, salían unas 1.200 calorías día. Sin embargo, lo que había grabado resultaba que cada día ingería 3000 calorías día lo que demuestra que en realidad es una mala percepción. Una cosa es lo que pensamos que comemos, otra lo que realmente comemos.
Nos olvidamos del 50% de lo que comemos cada día.
O sea que cuando pensamos que hemos hecho una dieta de 1000 calorías, en realidad es de 2000 calorías. Puede que algún día menos, pero a la larga la media se acerca a este 50% más.
No nos damos cuenta, de lo que picamos, de los aderezos, del aceite, y tendemos a ser generosos con los productos bajos en calorías.
Sobre todo nos pensamos que las cosas sanas no cuentan. Nos pensamos que un buen bol de ensalada de frutas es sano y no engorda, y engorda.
La realidad es que no hay metabolismos lentos, si estamos gordos es porque nuestro cuerpo está almacenando un exceso de comida, que no sabemos percibir.
Concepto 4: ¿Cómo superar los pinchazos del hambre?
Las proteínas y los purés
Cuando nuestro estómago esta vacío, se desencadena el mecanismo de la grelina, que provoca la sensación de hambre.
¿Cómo hacer que la sensación de hambre se alargue más tiempo? Comiendo proteína
Carne
Legumbres
Huevos
La sensación de plenitud se alarga un 20% de tiempo más.
Hay otro factor que nos ayudará a evitar el pinchazo del hambre. Y es muy simple. Se ha demostrado que los purés mantienen durante más tiempo la permanencia del alimento en el estómago. El vaciado gástrico es más largo.
Un grupo comió la verdura y luego un vaso de agua. Y el resto del menú
Otro grupo comió puré de verdura. Y el resto del menú.
Lo que habían comido puré se sintieron más saciados y no tuvieron hambre a lo largo de la tarde. La razón es que el agua pasa rápidamente a los intestinos, con lo cual el estómago se encoge prematuramente, cuando se comen purés o sopas espesas, se queda retenido en el estómago para hacer la digestión.
Los purés espesos evitan un prematuro vaciado gástrico
Concepto 5: Comer con los ojos
Nuestro instinto está programado para no podernos resistir ante la variedad de colores de alimentos.
Si ponemos dos bandejas con caramelos, una bandeja con caramelos de un solo color y otra de muchos colores, la bandeja con muchos colores se agota mucho antes.
Nuestro organismo está programado para comer cosas distintas, distintos alimentos, y el instinto evolutivo que se ha desarrollado es comer por los ojos.
Por esta razón son tan peligrosos los buffets libres. Nuestro instinto se vuelve loco y quiero comer de todos los colores.
En un buffet libre abundante y bien surtido comeremos un 30% más que en un más contenido en productos.
Si vamos a un hotel y en el desayuno hay zumo de naranja, dos tipos de pastas y café con leche o te, nuestro desayuno será razonable, pero si vamos a un hotel con una gran variedad de desayunos, continental, mediterráneo, etc… comeremos un 30% más.
Concepto 6 - La leche, el queso y el yogurt
Es lo primero que se restringe en una dieta mal diseñada.
Los estudios demuestran que incluyendo en nuestra dieta lácticos, se elimina más grasa.
Se favorece el vaciado de grasas. Exactamente en un 20%
El calcio de los productos lácticos es un gran favorecedor del vaciado de grasas en el intestino.
Por lo tanto, en toda dieta debe haber un contenido significativo de productos lácticos desnatados.
El calcio hace como una pasta que evita que una parte significativa de las grasas ingeridas se pueda absorber como nutriente, y se elimina directamente.
Concepto 7 – El ejercicio
¿Podemos quemar grasa mientras dormimos?
¿Hacer ejercicio es una buena manera de perder peso?
Los estudios dicen que una hora de ejercicio supone perder 20 gramos de grasa.
Pero al día siguiente, sin hacer ejercicio también había perdido 50 gramos.
Resulta que el metabolismo continúa quemando grasa aún después de haber hecho ejercicio, incluso cuando duermes.
La respuesta es que nuestro organismo cuenta con dos tipos de energía, la grasa y los azúcares (hidratos de carbono), la grasa obtiene energía de una manera más lenta, y los azúcares es inemdiato, cuando hacemos ejercicio nuestro cuerpo consume azúcares, y luego cuando se repone, tiene que recurrir a la grasa para obtener energía.
Cuando hacemos ejercicio quemamos grasa a lo largo de 24 horas. O sea que mantenerse activo, de por sí ayuda a perder kilos. Eso explicaría porque algunas personas aparentemente comen mucho y no engordan, porque son más activas.
Concepto 8 – mantenernos activos – piensa en clave activa
No hace falta apuntarnos a un gimnasio. Pequeños cambios en nuestra rutina diaria pueden dar grandes resultados.
Pero esto no quiere decir que tengamos que comer más porque nos movemos más.
Cualquier programa dietético debe estar controlado por un médico, un nutricionista y soporte psicológico.
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