Conductas extremas. El peligro de la obsesión por perder peso es que la persona que lo padece, al final está dispuesta a hacer cualquier cosa para conseguir su objetivo, incluso, a menudo, sabiendo que lo que está haciendo, tomando, o abusando, pone su salud en serio peligro. Su vida puede quedar encerrada en un círculo obsesivo, que va de las horas de ayuno riguroso a los momentos desesperantes de atracones.
Para combatir la obesidad lo primero que se debe de hacer es acudir a un equipo multidisciplinar, especialista en el tratamiento de la obesidad. La obesidad deber ser entendida como enfermedad crónica. Cuanto mas grave sea el grado de obesidad que se padece, más extenso y especializado deberá ser el tratamiento.
Algunos consejos a seguir por una persona que padece de obesidad son:
• Reducir el consumo de productos grasos y de productos con azúcar.
• Implementar una rutina de ejercicios diarios. Se puede empezar por realizar cada día una caminata de por lo menos 40 minutos.
• Para combatir la obesidad también es importante reducir significativamente el tamaño de las porciones o raciones que uno se sirve.
• Es importante eliminar las posibles tentaciones. Evitar estar en aquellos lugares en los que hay mucha comida a la vista, o estar con personas que comen mucho.
• Aumentar el consumo de frutas y verduras.
• Disminuir el consumo de carnes.
• Evitar consumir productos elaborados que se desconozca como están compuestos, ya que pueden contener grasas o azúcares entre otras cosas.
Dependiendo del grado de obesidad que se padezca, es probable que no se consiga alcanzar los objetivos deseados simplemente con una dieta, por mas estricta que ésta sea. En este caso, será necesario recurrir a otro tipo de tratamiento o a una dieta pero seguida de un estricto y continuado control médico para lograr primero una reducción importante de peso y aprender a saber mantenerlo.
Efectos Psicológicos y Emocionales
Además de las consecuencias médicas, una persona con un exceso de sobrepeso puede verse severamente afectada psicológica y emocionalmente. Esto puede ocurrir por diferentes motivos. Una persona obesa puede sentirse menos importante que los demás, ya que una persona con exceso de sobrepeso suele considerarse menos atractiva desde el punto de vista estético. Por este motivo, una persona obesa puede sentirse excluida y tener problemas de autoestima, sufrimiento emocional y llegar a la depresión.
Esto puede provocar que la persona se aisle del mundo exterior para evitar mostrarse en público, lo cual le llevaría a un estado depresivo aún más grave.
Otra consecuencia de la obesidad pueden ser los ataques de ansiedad. El sufrimiento emocional puede hacer que la persona padezca ataques de ansiedad y que busque refugiarse en la comida empeorando aun más su situación.
Otro factor que influye es el hecho de que las personas con exceso de sobrepeso no pueden llevar a cabo su vida normalmente. Muchas cosas que parecen normales no están pensadas para personas obesas, por lo cual y por ejemplo, algo tan simple como viajar en autobús puede convertirse en una situación mortificante para una persona que padece de obesidad. Esto se debe a los espacios físicos reducidos y a la sensación permanente de que todos le están mirando. Comprar ropa o accesorios también puede resultar una odisea para aquellas personas que padecen de obesidad. Todo esto lleva a que una persona que padece un exceso de sobrepeso pueda sentir que no tiene su lugar y no encaja en esta sociedad.
En los casos más extremos, los efectos psicológicos pueden ser muy graves llegando incluso a la depresión y a las ideas de suicidio.
Los efectos psicológicos y emocionales de la obesidad también pueden provocar severos trastornos alimenticios. Los más comunes son los atracones de comida, sobretodo después de determinadas situaciones que puedan provocar inestabilidad emocional y en los casos de los hombres o mujeres mas jóvenes, puede llevar a trastornos alimenticios como la bulimia.
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